Un vino de historia y vida, síntesis de nuestros paisajes y variedades en una personalidad fuerte y llena de vida. 6.000 botellas numeradas constituyen esta cosecha 2018 de este vino con el que se da un paso adelante buscando un vino con más fruta y tostados. Su cuidada crianza en barricas francesas de la Borgoña y Burdeos aportan diferentes tostados.

Más de dos décadas aprendiendo y escogiendo con sumo esmero las viñas que componen el gran vino de Somontano. Una trayectoria de conocimiento, de selección, de apasionante búsqueda de las cualidades concretas de dos zonas de viñedo primordiales: los llanos de La Oliva, ejemplo del secano tradicional sabiamente cultivado; y la Sierra de Salinas, con sus pequeñas parcelas de cepas viejas entre olivares y bosques de encinar. Dos mundos en los que conviven variedades indígenas y adaptadas. Tempranillo, merlot, cabernet sauvignon, moristel, parraleta. La suma de sus matices da fundamento a una personalidad profunda, sutil y diferenciada.

La inclinación mediterránea se define por la concentración y la armonía. El equilibrio, la suave acidez y la fuerza parecen impulsados por una brisa atlántica, casi enigmática. Como si los puertos de montaña fueran en realidad puertas de entrada a una personalidad septentrional.

Mundo de influencias sobre un alma fluida, amable y distinguida. Y en el horizonte, siempre la inspiración de la persistencia y la pureza.