Dirk Niepoort, figura clave en el mundo del vino, visitó nuestra casa en Sanlúcar con un objetivo claro: explorar una colaboración para crear una nueva Manzanilla. Fue recibido por Montserrat Molina. Nadie sabe más de Manzanilla que ella. Montse recorre las calles con un respeto tal que la hace parecer sanluqueña de pura cepa. Ni siquiera su acento catalán la alejan del velo de flor sanluqueño.

El interés de Dirk por la crianza biológica lo llevó a recorrer la bodega, buscando botas que encajaran con su visión. La conexión con Montse fue inmediata, y juntos cataron una amplia selección de muestras hasta dar con la combinación perfecta.

El resultado de esta colaboración es una producción limitada que refleja la unión de conocimiento, respeto por la tradición y un enfoque renovado en la crianza de este vino único en el mundo.